La semana pasada se confirmó la triste noticia que ya se había anunciado desde hace unos meses, y es que la sala de conciertos “La Casa de las Musas” cerraba sus puertas de manera definitiva. Echando la vista atrás, son varios los conciertos en los que BHM ha colaborado de alguna manera, que han tenido lugar en dicha sala. así que aparte de la pérdida para la ciudad también ha supuesto otra para la Asociación.
La cierta disminución de la asistencia a los conciertos esconde otro aspecto quizás aún más preocupante, que es el hecho de que la presión vecinal se traduzca en trabas administrativas para llevar a cabo una actividad que apueste por la cultura como es este caso. Los hosteleros en general, y los propietarios de salas de conciertos en particular, saben bien de este tema. Tanto ellos, como los promotores , ya contamos con que el apoyo institucional va a ser nulo de primeras, pero si además desde la propia Administración se nos ponen zancadillas para llevar a cabo iniciativas culturales de tipo musical, apaga y vámonos. Luego nos rasgamos las vestiduras cuando una San Sebastián gobernada por Bildu nos arrebató la Capitalidad Europea de la Cultura en 2016. Un servidor ha tenido la oportunidad de asistir a multitud de eventos, tanto en la capital guipuzcoana como en otras localidades de nuestro alrededor y hablar con los organizadores y, lamentablemente, no puede evitar comparar el apoyo institucional en uno y otro lado. Voy a exponer únicamente tres ejemplos , aunque la lista es interminable y las diferencias son abismales:
1-VIII. Zombie Jaialdia – 16 de Noviembre de 2019 – Centro Cultural Larratxo (SAN SEBASTIÁN). Un festival celebrado en un centro cívico municipal (con barra) y subvencionado en parte por el ayuntamiento
2- Iberian Warriors Metal Fest – 27 y 28 de Septiembre de 2019 – Centro Cívico Delicias (ZARAGOZA). Otro festival (de dos días) celebrado durante varios años en centros cívicos municipales
3- Dimetal – 28 y 29 de Septiembre de 2018 – Dima (VIZCAYA) – Festival GRATUITO, con bandas de primer nivel en el que el principal patrocinador fue la Diputación Foral de Vizcaya. Varios escenarios repartidos por la localidad
Si intentamos extrapolar eso mismo a la realidad burgalesa , nos encontramos para empezar con los siguientes problemas:
- Imposibilidad de llevar a cabo un evento de ese tipo en un centro cívico o polideportivo municipal ( y no digamos de vender alcohol). Hace años aquí se realizaban conciertos en espacios deportivos, pero parece que con el tiempo hemos ido hacia atrás en lugar de hacia adelante
- Normalmente no se conceden subvenciones a eventos concretos . Sólo se convocan determinadas ayudas, de las cuales muy pocos años son las destinadas a conciertos musicales . Nosotros (BHM) hemos presentado varios proyectos al Ayuntamiento de Burgos, y en 7 años jamás nos han otorgado ningún tipo de ayuda ni apoyo
El panorama en otras localidades de la provincia es igualmente desalentador. Por poner un ejemplo, el mes pasado tuvo lugar el festival Burgore en las escuelas de Quintanilla de las Carretas (menos de 20 habitantes), y el organizador también encontró oposición por parte de la vecindad. Mucho se habla de la España vaciada , y no cabe duda de que nuestros jóvenes se marchan a ciudades más grandes en busca de oportunidades laborales, pero la oferta de ocio no es un aliciente para quedarse aquí. Quizás nos tenemos que plantear si somos nosotros mismos los que la estamos vaciando, y si tenemos que realizar algún cambio en tema de gestión de licencias para dejar de ser únicamente “Tierra de morcillas”
Fdo.: Rodrigo Trascasa (Asociación BHM)